El Ilustre Colegio de Abogados de Madrid se une a la conmemoración del Día Internacional de los Archivos, establecido el 9 de junio con motivo de la creación en 1948 del Consejo Internacional de Archivos, por la UNESCO.
La conservación casi íntegra de todo el Archivo Histórico del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid ha permitido la recuperación de la historia del Colegio y también la del desarrollo de la abogacía y la legislación jurídica española en los últimos cinco siglos. Con sus más de 200 metros lineales de documentación histórica supone un fondo extraordinario y único dentro de los colegios profesionales de toda Europa.
En 2010 se inició un proceso de digitalización, junto al fondo histórico de su Biblioteca, que ha permitido la puesta a disposición de la ciudadanía de más de un millón de imágenes a través de su repositorio del Patrimonio Documental, convirtiéndose así en uno de los repositorios digitales más ricos a escala estatal.
Con motivo de la celebración del Día Internacional de los Archivos, desde el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid se difunden algunos de sus fondos más destacados, que ponen en valor la importancia de los archivos como centros de conservación de la memoria del país y sus instituciones.
El archivo histórico contiene documentación desde la fundación del Colegio en 1596 hasta la actualidad, recogiendo la evolución de la institución desde una congregación religiosa de cincuenta abogados de la Corte hasta una organización profesional con más de setenta mil integrantes.
Entre sus documentos destacan sus constituciones fundacionales, todos los expedientes de colegiación en los que hasta 1838 se incluían pruebas de limpieza de sangre con árboles genealógicos (incluyendo a la mayoría de referentes políticos del siglo XIX y XX como Cánovas del Castillo, Canalejas -decano a principios del siglo XX- o las primeras dos mujeres colegiadas en 1925, Victoria Kent y Clara Campoamor.
Además, el Archivo Histórico incluye los fondos profesionales de Manuel Cortina de Arenzana y Felipe Lazcano Morales de Setién, lo que permite conocer el desarrollo profesional de la abogacía en los últimos dos años. En esos fondos pueden encontrarse pleitos nobiliarios, la configuración del naciente derecho ferroviario así como quiebras y concursos de la creciente burguesía empresarial. Entre los expedientes se puede conocer cómo se trabajaba a mediados del siglo XIX, con largo escritos manuscritos, detallados planos, o croquis como el de la Fábrica de loza de La Cartuja de Sevilla a todo color.
